La ciencia regional tiene sus raíces en la geografía clásica y la economía política del siglo XIX, pero se desarrolló como disciplina independiente en la primera mitad del siglo XX. Durante la década de 1920 y 1930, geógrafos y economistas comenzaron a interesarse por el estudio de las regiones y su desarrollo económico. Esto llevó a la creación de escuelas de pensamiento, como la Escuela Regional Alemana y la Escuela Regional Británica, que abogaban por un enfoque interdisciplinario en el estudio de las regiones.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la ciencia regional experimentó un auge en la investigación y la enseñanza en Europa y América del Norte. En los años 60 y 70, la ciencia regional comenzó a incorporar enfoques ecológicos y ambientales en su análisis, lo que llevó a la formación de la geografía humana y la geografía ambiental.
En la actualidad, la ciencia regional continúa evolucionando y adaptándose a los cambios en la economía global, la política y el medio ambiente. Se considera una disciplina clave para comprender y abordar los desafíos a nivel regional, nacional e internacional.